Chichén Itzá significa “en la boca del pozo de los itzaes”, su nombre se debe a que la ciudad se edificó alrededor del Cenote Sagrado, un gran pozo que se creía era la entrada al inframundo.
En esta región, además, se encontraban cuevas y otros numerosos cenotes, los cuales proporcionaban agua.
Debido a su estratégica ubicación –en la planicie norte de Yucatán– impuso su poderío militar y comercial durante tres siglos; dominaban las rutas comerciales, y su cercanía a la costa le permitió explotar las salinas, recurso considerado muy valioso en ese tiempo.
Se cree que el primer asentamiento de los itzaes fue una pequeña aldea situada alrededor del Cenote Sagrado. Sobre el origen de los habitantes, se tienen varios relatos y leyendas, y estudios como el de E. Thompson, en la década de 1920, en el que se asevera que prevenían de gente maya-putunes o Chontales de Tabasco.
EL CASTILLO O TEMPLO DE KUKULCÁN
Alzada en medio de una gran explanada, alrededor de la cual se elevan otros maravillosos edificios, se ubica la construcción más impresionante: “El Castillo”.
Al centro y dominando la Plataforma Norte, refleja el poderío religioso y político de la ciudad maya. Vigorosas alfardas flanquean las escalinatas en sus cuatro lados y la principal está rematada por cabezas de serpiente que representan al dios Kukulcán, equivalente al Quetzalcoatl del Centro de México.
Durante los equinoccios de primavera y otoño, la inclinación de los rayos solares sobre la escalinata crea un juego de luz y sombra en la alfarda, lo que figura el descenso de la serpiente emplumada o Kukulcán, dios al que está dedicado el templo. La serpiente emplumada representa su bajada del cielo a la tierra para la fertilización de la misma en el próximo periodo de cosecha.
Otro fenómeno astronómico, recién estudiado, se presenta en el solsticio de verano: entre las 7:15 y 7:30 de la mañana, un fenómeno nunca antes visto se confirma, la mitad de la pirámide se encuentra en oscuridad y la otra mitad permanece iluminada bañada por los rayos del sol, éste parte el edificio con perfección, y no es casualidad, así fue construido, el fenómeno permitía a los antiguos mayas determinar el cambio de estación e indicaba que se estaba cumpliendo la mitad del año. Cosa contraria sucede en el solsticio de invierno, se ilumina la parte poniente y sur de la pirámide y queda en oscuridad la parte norte y oriente, pero ahora en vez de ser al alba el fenómeno se presenta hacia la puesta de sol.
Su base es cuadrada de 55.5 metros de lado. Consta de nueve cuerpos escalonados y cuatro fachadas ornamentadas con representaciones de serpientes y tigres. Las cuatro escalinatas tienen 91 peldaños cada una, mismo que sumados a su entrada superior equivale a 365 días del año. Después de ascender los primeros 61 escalones se llega al interior del templo. Un túnel angosto y húmedo conduce hasta el lugar; ahí, escondidos durante siglos, en una construcción más antigua, se encuentra un Chac Mool, con la mirada fija hacia el horizonte; atrás, descansa un trono con forma de jaguar de color rojo, con incrustaciones de jade que simulan los ojos y las manchas del animal.
EL JUEGO DE PELOTA
Es el más grande de Mesoamérica, 168 m de largo por 70 m de ancho y el más importante del mundo maya. Fue construido durante el Clásico Terminal, alrededor de 900 d. C.
Comparada con otras estructuras similares la cancha del Juego de pelota de Chichén Itzá es la más grande de México, además es inusual por su forma: consiste de dos paredes rectas paralelas y tribunas en tres lados.
Los frisos de las banquetas que lo delimitan al este y al oeste tienen bajorelieves con escenas del ceremonial sagrado en las que se ven equipos de siete personajes ricamente ataviados en medio de una profusa simbología, que incluye el sacrificio por decapitación del jefe de uno de los equipos a manos de otro. Por encima del talud, a una altura inusual, se encuentran anillos en forma de serpientes emplumadas entrelazadas, lo que supone que aquí el juego de pelota se realizaba bajo otra modalidad.
Hacia el lado norte se encuentra el templo de los jaguares, en el que hay un mural con representaciones de ceremonias.
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TEMPLO DE LOS GUERREROS
Un gran pórtico sirve de entrada a este templo. Debe su nombre a los guerreros y prisioneros que aparecen labrados en sus pilastras.
En la parte superior se ven unas serpientes y, al fondo, un altar sostenido por unos atlantes. Otro rasgo característico de este templo son los mascarones con prominente nariz y los hombres-pajaro-serpiente de las esquinas y muros exteriores, la decoración de sus frisos, con figuras de dignatarios sentados entre plumajes, mascarones y motivos geométricos, es muy rica. Las bóvedas estaban cubiertas con grandes murales con escenas de guerra.
GRUPO DE LAS MIL COLUMNAS
Esta integrado por numerosos pilares que alguna vez sostuvieron la techumbre de espaciosas galerías.
Es un gran conjunto que se encuentra alrededor de una amplia plaza cuadrada y está formado por una serie de columnas alineadas en paralelo, a semejanza de un pórtico cuyo uso fue de carácter cívico-religioso, techado con materiales perecederos.
Cada tramo de la columnata fue construido en diferentes etapas. La Columnata Norte presenta bajorelieves de guerreros en sus pilares y en la Columnata Noreste se ve un altar central, decorado con escenas rituales, y un basamento que sirvió como depósito de agua.
EL OBSERVATORIO
Este edificio es testimonio del conocimiento que tenían los mayas sobre astronomía e ingeniería. También conocido como “El caracol”.
Es un domo que contiene una variedad de ventanas alineadas de tal forma que permiten la observación de eventos astronómicos en específicos días de año.
Lo complejo de la construcción implica un conocimiento y desarrollo extraordinario de la ingeniería.
CENOTE SAGRADO
Gracias a su favorable ubicación prevista de pozos de agua dulce, Chichén Itzá logro su importancia religiosa y cultural, estos pozos le permitieron una actividad agrícola intensa.
Uno de estos cenotes ha servido como lugar de veneración al Dios “Chac” con ceremonias religiosas que incluyen sacrificios, esto en el periodo clásico y post-clásico.
Se trata de un gran pozo, de 60 m de diámetro y 35 m de profundidad. De acuerdo hasta lo hoy explorado, era un lugar al que llegaban los peregrinos para pedir a sus dioses agua durante la sequía; aquí se depositaban ofrendas y se hacían sacrificios. Testimonio de esto son los diversos fragmentos de objetos que se han encontrado en las profundidades (de 6 a 12 m) de sus aguas, de materiales como oro, cobre, tumbaga, obsidiana, sílex, concha, madera, tejidos, así como huesos de niños y adultos. Se ubica aproximadamente a 300 m al norte de la pirámide de Kukulcán.
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